En uno de los barrios históricos de la capital danesa,- en Nyboder, Copenhague-, descubrimos el centro neurálgico de Frama, una de las firmas de mobiliario y complementos más relevantes del panorama actual, en el sector del diseño nórdico.
En el sorprendente enclave en el que se encontraba la farmacia St. Pauls, fundada en el siglo XIX, entre espectaculares revestimientos de madera, techos artesonados y elementos arquitectónicos originales, encontramos las colecciones que Frama presenta temporada tras temporada diseñado como un diálogo creativo inusual entre pasado y presente, clásico y contemporáneo, entre producción analógica y digital, como un auténtico homenaje a la belleza y funcionalidad de la geometría pura y sencilla que caracteriza el estilo nórdico autóctono.
En todas sus colecciones descubrimos un producto de calidad, basado en materiales de gran solidez cuyo enfoque estético contundente enfatiza el valor de lo básico y lo auténtico, como filosofía esencial, lejos de ornamentaciones superfluas, carentes de contenido.
La simplicidad y belleza de su mobiliario, accesorios decorativos, series de iluminación y la particular colección Apothecary, basadas en los principios de la sencillez que se consigue a partir del uso de materiales naturales como la madera, el gres, acero, mármol, vidrio y corcho, principalmente, trasciende las formas y complejidades aparentes para diseñar desde la honestidad y la pureza.
Un sello inconfundible que se complementa con Frama Studio, espacio en el que se da cabida los proyectos más creativos y personales, a partir de los que se desarrollan las soluciones de diseño específicas y particulares para cada entorno y cada necesidad, desde la concepción inicial hasta la puesta en escena final.
Frama reinventa el diseño danés contemporáneo a través del estudio de nuevos contextos e influencias para aportar al sector de la decoración un carácter y singularidad cálida y sofisticada, como escaparate indiscutible del talento nórdico que nos invade, al más alto nivel.
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