Cuando uno de tus proyectos recibe un premio tan prestigioso como la mejor obra arquitectónica por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) en 2014 y “House of the Year” en los WAN Awards, organizados por la revista británica World Architecture News, entre muchos otros, descubres porqué has elegido una carrera que supone un esfuerzo y desgaste como la arquitectura.
Estudio.entresitio supone el punto y seguido en la trayectoria de 3 arquitectos que hacen historia con cada una de sus obras: María Hurtado de Mendoza Wahrolén, César Jiménez de Tejada Benavides y José María Hurtado de Mendoza Wahrolén. Es colaborador habitual del estudio Alvar Ruiz Villanueva.
En el año 2014 finalizan la casa unifamiliar bautizada como #house#1.130, construida a las afueras de Madrid; un auténtico logro de extravagante discreción distribuidos en dos plantas de 500 metros cuadrados. Una joya estructural que se desliza sobre un terreno en desnivel gracias al trabajo y maestría de los arquitectos de estudio.entresitio. Y entre tanta particularidad, un objetivo indispensable, un requerimiento de los propietarios: anonimato y práctica invisibilidad. Así lo diseñaron; consiguieron evitar que se determinara las dimensiones reales de la casa desde el exterior, gracias a una fachada que juega con la diversidad de densidades que conforman una unidad extremadamente abstracta.
Gracias a los infinitos paneles de aluminio articulados se logra crear un increíble juego de luces y sombras en los espacios interiores. Las dos plantas presentan niveles distintos superpuestos: en la superior encontramos la zona de día destino del salón, comedor y cocina. En el nivel inferior descubrimos los cuatro dormitorios dispuestos en cubículos situados a lo largo de un pasillo.
Su nombre,#house#1.130 es un auténtico homenaje al sistema de medidas creado por Le Corbusier, quien publica en 1948 el libro llamado “Le Modulor”, en el que presenta y da a conocer su trabajo y se une a la tradición de la búsqueda de una relación matemática entre las medidas del hombre y la naturaleza, tal como hicieron anteriormente Leonardo Da Vinci y Leon Batista Alberti, entre otros. Según “Le Modulor”, la altura del ombligo se encuentra a 1.130 milímetros del suelo.
El fotógrafo Roland Halbe inmortaliza el descomunal proyecto con el saber hacer que le caracteriza. Su trabajo ha sido mostrado internacionalmente en exposiciones colectivas en galerías importantes en Alemania y España. Las principales revistas especializadas han publicado su trabajo con asiduidad gracias a la particular visión arquitectónica del artista. Entre sus clientes cuenta con la confianza de Morphosis Architects, Zaha Hadid, Richard Meier, Jean Nouvel, Odile Decq, Santiago Calatrava, Coop Himmelblau, etc.
VISITA: Estudio.entresitio aquí y Roland Halbe aquí, un auténtico binomio ganador.
Leave a Reply