Como gran enamorado del diseño industrial, reconozco que una de las piezas que más admiro es la silla BKF, una pieza única en el mundo, con más de 75 años de historia y reconocimiento a sus espaldas.
Hace tan sólo unas semanas, visité el Museu del Disseny de Barcelona, donde pude volver a admirar la singular y original pieza que forma parte de la colección permanente de las distintas exposiciones que allí se muestran.
La silla BKF, también conocida con el nombre de Silla Butterfly (mariposa en inglés) fue creada en 1938 por el Grupo Austral, formado por los arquitectos Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari, siglas de los apellidos con las que se bautizó la pieza. El equipo trabajó en el estudio del maestro de maestros, Le Corbusier, en París, para trasladarse posteriormente a Buenos Aires, desde donde crearon gran parte de sus obras, internacionalmente conocidas.
Símbolo del diseño nacional argentino en el mundo, la silla BKF, ha sobrevivido al paso del tiempo para convertirse en una pieza imprescindible para todos aquellos amantes del diseño contemporáneo.
Realmente, el diseñador original de la espectacular y copiada silla, es Ferrari Hardoy, uno de los tres integrantes del Grupo Austral, aunque siempre se ha mantenido la autoría junto a los otros dos arquitectos, Antonio Bonet i Castellana, nacido en Barcelona y artífice de una de las obras más importantes del racionalismo arquitectónico mundial, la Casa La Ricarda, y Juan Kurchan, arquitecto y diseñador bonaerense, uno de los impulsores del Movimiento Moderno en Argentina.
La silla BKF forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
A nivel funcional, el peso recae sobre una ligera estructura de acero y el cuerpo del asiento y respaldo se basa en una pieza única de cuero. Su morfología permite adoptar varias posiciones al sentarse y experimentar la sensación de estar en una hamaca.
En 1945 la editora estadounidense Knoll, la produjo para llevarla a la fama a nivel internacional. Durante la década de los años 50, distintos fabricantes produjeron más de 5 millones de sillas BKF, bajo diferentes nombres, burdas copias realizadas con materiales distintos a los originales.
Con más de 75 años de historia, la silla BKF, sigue siendo una de las piezas más admiradas del panorama internacional.
Si visitas Barcelona, no te olvides acercarte al Museu del Disseny para disfrutar de la particular pieza creada por el Grupo Austral, entre otras obras originales que forman parte de la exposición “Del mundo al museo, diseño del producto, patrimonio cultural”.
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