Le Corbusier, el gran maestro universal

Probablemente, no existe ningún arquitecto en el mundo, que no conozca y admire al grandísimo arquitecto, diseñador e ingeniero conocido con el nombre de Le Corbusier, uno de los maestros teóricos de la arquitectura más grandes e importantes de la historia.

Y digo conocido como Le Corbusier, porque no se trata de su verdadero nombre, Charles Édouard Jeanneret-Gris, autodenominado, a partir de la década de los años 20, con el nombre de Le Corbusier, seudónimo que adoptó a la temprana edad de los 29 años como variación humorística del apellido de su abuelo materno, Lecorbésier, como clara evocación a la palabra cuervo.

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Desde la pequeña ciudad suiza que le vio nacer, La Chaux-de-Fonds, se trasladó a París para trabajar en el estudio de Auguste Perret, arquitecto pionero en la técnica de construcción en hormigón armado, con el que colaboró durante quince meses. Posteriormente, en Alemania, trabajó en la oficina de Peter Behrens, en la que coincidió con dos maestros como Ludwing Mies van der Rohe y Walter Gropius. Junto a ellos creó el llamado Estilo Internacional, del que fue líder indiscutible admirado en su época y claro referente de varias generaciones de arquitectos, incluso en pleno siglo XXI.

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Como teórico, entre sus extraordinarias propuestas podemos destacar el sistema de medidas publicado en 1948 bajo el título de “Le Modulor” y el posterior “Le Modulor 2”, en el que presenta su trabajo en la búsqueda de una relación matemática entre las medidas del hombre y la naturaleza, tal y como hicieron Leonardo Da Vinci y Leon Battista Alberti anteriormente.

Sus obras más importantes se consideran auténticas obras de arte, entre las que destacan la Casa cultural Heidi Weber en Suiza proyectada en 1963, la Iglesia de San Pedro, Francia de 1960, el Convento de la Tourette, también en Francia, de 1953, Chandigarh de 1951 en la India, la Iglesia Notre Dame du Haut construida desde 1950 a 1955, el Refugio del Ejército de 1929 y la Villa Savoye proyectada en Francia en 1928.

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En cuanto a su prolífica obra como diseñador industrial, una de sus piezas más importantes, la chaise longue LC4, la silla LC1, presentada en 1928, los sofás LC2, LC3 y LC5, así como las sillas de comedor LC7, entre muchos diseños, de gran valor, producidos actualmente por la empresa italiana Cassina.

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En definitiva, siempre nos quedará Le Corbusier.

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