La comunidad japonesa es sin duda alguna, una de las culturas que más viaja a Barcelona, para conocer de primera mano la arquitectura de uno de los maestros más admirados en el mundo entero, Antoni Gaudi. Sus extraordinarias obras construidas en la capital catalana reciben a diario centenares de turistas japoneses, ávidos de conocer los entresijos y secretos de lugares tan emblemáticos como la Pedrera, la Sagrada Familia, la Casa Vicens o el Parque Güell, entre otros.
Recientemente recibimos la visita de una joven pareja nipona, que disfrutó del exclusivo alojamiento en uno de nuestros apartamentos en nuestro edificio de estilo modernista, situado a escasos metros de la Sagrada Familia. Una de las noches nos sorprendieron por su inusual petición: deseaban conocer un restaurante japonés, saber cómo se difundía la cultura gastronómica de su país en una ciudad como Barcelona. No podíamos defraudarles, por lo que les recomendamos que disfrutaran de una cena en Can Kenji, un pequeño y acogedor restaurante inspirado en las tabernas tradicionales japonesas, las izakayas. La forma de comer en una izakaya resulta tan sencilla como pedir diferentes platos para compartir entre los distintos comensales, en definitiva, lo que nosotros conocemos como tapas. Y sin duda alguna, en Can Kenji, son unos auténticos senseis de las tapas de autor japonesas.
El artífice y alma mater del establecimiento no es otro que Kenji Ueno, tokiota afincado en Barcelona desde 2003. Por aquel entonces, decide trasladarse a la Ciudad Condal atraído por los referentes culinarios catalanes del momento. De la mano de Satoru Miyano se adentra en el estudio y práctica del concepto de cocina creativa de autor.
En 2010 abre su restaurante Can Kenji, donde ofrece y propone una carta donde la tradición armoniza con la creatividad, la fusión perfecta entre ingredientes y productos locales de temporada y el saber hacer de la gastronomía de sus antepasados. El cocinero japonés reinterpreta como nadie auténticas recetas tradicionales y la cocina mediterránea más vanguardista.
Un auténtico placer para los sentidos, una gastronomía para mirar, degustar y disfrutar, en un ambiente relajado, donde el tiempo pasa para quedarse.
P.D. Nuestros amigos japoneses alojados en Eric Vökel Industria Suites regresaron a su apartamento, satisfechos y emocionados por lo que descubrieron en el singular restaurante. ¡Misión cumplida!
Fotografías de Mónica Cortés
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